Why not invest in stock? Why not live in the countryside? Why not start a band at 43? Why not satanism? The best thing about modern societies is that we’re free to choose anything we want. The worst, centuries of religious baggage that often makes us travel far behind our expectations. We like to respect all religions, but the idea of “love” is clearly overrated. Try “love for yourself” instead. Or, as we prefer to call it, pragmatism.
Join us in the cult of Satan. Enjoy a full life without restrictions. Succeed. Raise your children in his faith and make his legacy expand through the world like the smell of tannis.
We’ve always been there, but now it’s the right time to show ourselves to the world. What if it’s not Satan the one who scares us? What if it’s the freedom to be ourselves instead?
How could that jerk get the promotion instead of me? How come my neighbor drives that car? And how's that woman sitting next to him? Legitimate questions which now have an answer. Open your heart to Satan. And get what you want in this life, not in the next one.
It’s debatable whether doing good might have ever helped prevent people’s suffering, but what’s certain is that it never helped us to satisfy our desires. Nowadays, we accept our true nature: putting ourselves first. And if someone understands and respects that, it's Satan. That's how the world works now. People are willing to believe in something only if they know they can get something back. And no religion gives you more in return for almost nothing.
There’s nothing to be scared about.
It’s OK to have some doubts, we’ve all gone through that. But don’t feel bad about it. Even Rosemary hesitated for months before accepting the highest honor a mortal woman could have. But she said yes to The Master. And we will always honor her as the sweet face Satan chose to give him a son and spread his kingdom on Earth. We’re a legion who believe there’s another option. But that aside, we’re regular people living a normal life in any given apartment building.
Every story admits many points of view. As many as the people who listen to it. The story of Satan and the birth of his only son Adrian is no exception. And, even though there are millions already shaken by it, each one finds something that’s uniquely compelling to them. This is Satan’s story. But it also belongs to Rosemary and Guy, to the Castevets and to many more that made it possible.
See what others think. The reasons why people with such different backgrounds got to the same conclusion and decided to embrace Satan. And then find your own voice.
Already convinced?
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Look around you. Don’t you see Satan’s signature everywhere you look? Satan is no fiction. You’ll be amazed how easily he can show up and make us protagonists of our own movie.
We gathered some of the most prestigious names in culture, philosophy and opinion, and asked them to kick off this healthy debate and to help us understand the many shapes of Satan’s existence among us. Read their take on the attraction Evil has for many as opposed to Good. Sometimes you need to play with words to understand reality. And they are true masters when it comes to that.
Check contributions from Lorenzo Silva, Risto Mejide, Paco Fox, Antonio Iturbe, Andrés Rodríguez, José Ángel Mañas, Diego Cabrera, Fernando Marías, Jordi Duró and Agustín Fernández Mallo.
Advertising creative, TV collaborator and writer.
1. Satán nunca te pide nada a cambio. No sé tú, pero yo no conozco a nadie que le haya vendido su alma ni nada de eso. Bueno, conozco a Jordi Hurtado, pero no me consta si lo suyo fue una venta o un alquiler con derecho a compra.
2. Satán se asocia siempre a los Rolling Stones, al blues, a la escala pentatónica y al metal. Las voces angelicales escuchan todas a Justin Bieber. Con eso debería bastarte.
3. Satán tampoco pretende otra cosa que invitarte a experimentar y a probar cosas nuevas. Lo desconocido siempre fue ilegal, inmoral y tabú... hasta que un día dejó de serlo. Igual no es que sea malo, simplemente tú naciste antes de que dejara de serlo.
4. La historia la escriben los ganadores. Y si uno se lee la Biblia, está claro quién se llevó la peor parte. Gutemberg fue el mejor director de marketing que tuvo Dios. La venganza de Satán fue crear las redes sociales.
5. Si no sabes ser malo, ser bueno no es una opción, y eso no tiene ningún mérito. Hay buenos que son buenos porque no pueden ser otra cosa.
6. Pecar es incumplir las reglas de juego que fueron creadas justamente por sus enemigos. Algo así como jugar contra el Real Madrid mientras arbitra Muñiz Fernández.
7. Malo de maldad no es lo mismo que malo de carente de calidad. Para ser malo de verdad hay que ser muy bueno. Mae West sabía lo que se decía.
8. Satán jamás te ha prohibido, te prohíbe ni te prohibirá nada. Sólo por eso ya merece tus respetos. Desconfía de quien te prohíbe 10 cosas y encima les llama mandamientos de su propia ley.
9. Satán no creó su logo, simplemente le dio la vuelta al que ya existía. Nunca más en la historia se ha dado un mayor aprovechamiento de branding a tan bajo coste. Con ese OWNED, Satán se convirtió en el primer troll.
10. Y por último, para mí el definitivo. Mientras Jesús sermoneaba a prostitutas, Satán hizo algo mucho mejor. Darles trabajo.
Film Director.
La verdad es que la gente que no le conoce piensa que es inteligente, sutil y mentiroso. Dicen que engaña a los débiles, a los pobres de espíritu, a los famosos, prometiéndoles fortunas y riquezas, amantes perfectas, sexo y felicidad eternos. Los que no han firmado nada con él, hablan por hablar. Cuando le entregaron el pacto con el diablo a un amigo mío, lo primero que hizo es pasárselo a un abogado, por si acaso. El contrato estaba lleno de trampas en letra pequeña, sobre todo en cuestión de plazos y entregas. Lo del sexo bien, pero claro, no cubría exactamente todas las expectativas en cuestión de calidades (el miembro de 40 centímetros no es tan útil como parece en un principio), o al menos eso me contó mi amigo. Las riquezas y fortunas son reales, pero atadas a una serie de bancos, propiedad del diablo, que claro, han sufrido las inclemencias de la crisis, y al final mi amigo ha pasado de rico a pobre sin prácticamente enterarse. Por eso, mucho cuidado con Satán, porque los que le conocemos bien, sabemos que no es lo que parece. No es inteligente y sutil. Es un canalla ladrón que no cumple lo que promete, y algún día de estos que tenga tiempo, le pienso decir cuatro cosas. Bueno, quiero decir que MI AMIGO le va a decir cuatro cosas.
Writer and artist.
"El diablo es el inconsciente. Y el inconsciente es el motor del arte".
Writer.
Decía Baudelaire, que no en vano es el autor de Las flores del mal, que "la mayor astucia del Demonio es hacernos creer que no existe". A lo mejor por eso a mí me costó tanto encontrarlo cuando, hace unos años, me puse a buscarlo por todas partes. Fue para escribir un libro sobre su persona. Lo llamé El buen sirviente y es, creo, mi favorito entre todos los que he firmado hasta el momento. Lo primero que me sorprendió fue descubrir que el Diablo no estaba en donde pensaba que debía de estar. Uno cree, por ejemplo, que Satanás aparece ya en las primeras páginas de la Biblia. Concretamente, en esa escenita que siempre nos han contado, ya saben, la de Eva y la manzana, etcétera. Error. Belcebú no anduvo nunca por el Jardín del Edén. Y es que una cosa es lo que nos han contado y otra muy distinta lo que dicen originalmente las Escrituras. En el Paraíso no había Demonio. Por no haber, tampoco había manzana. De hecho, en la Biblia nunca se especifica de qué fruto se trataba. Solo mucho más tarde, los pintores, que no tenían más remedio que darle una forma concreta, le dieron la de una manzana. En cuanto al Demonio, tampoco se habla de él. En el Génesis la serpiente era solo eso, una serpiente. El Diablo como tal entra mucho más tarde en escena. De hecho, ni siquiera es un invento judío, sino babilónico. Otro ejemplo curioso de la no-presencia de Satán en la Biblia es el libro de Job. A todos nos contaron la historia de este pobre y santo varón víctima del Demonio. Según creencia habitual, estaban un día Dios y el Diablo departiendo por ahí cuando Dios le dijo al Maligno: “Mira mi siervo Job. ¿No te parece admirable el amor que siente por mí?”. A lo que Satanás respondió algo así como: "Sí, sí, pero ¿cómo no te va querer si lo tiene todo. Una familia grande y feliz, una buena fortuna y mejor salud? Otro gallo le cantaría si no fuera tan afortunado”. Entonces Dios y el Diablo hacen una apuesta. Dios empieza a arrebatar a su siervo Job todo lo que tiene. Mata primero a sus hijos, luego a su mujer, después lo arruina y por fin lo cubre de pústulas. ¿Y qué hace nuestro protagonista ante cada nueva desgracia? Comportarse como quien es, el famoso santo Job, y repetir: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea Dios”. Lo interesante de esta historia es que está “tuneada”. Si uno lee el libro de Job hasta el final (y vale la pena hacerlo, porque es uno de los más bellos de la Biblia) verá algo curioso. Así como el libro comienza con esa famosa escena entre Dios y el Diablo, poco a poco Satanás desaparece por completo de la historia. ¿Cómo puede ser? Sencillamente porque nunca estuvo allí. En el texto primigenio, Dios y el Diablo son la misma persona. Dios no hace dicha apuesta con Satanás sino consigo mismo. Solo más adelante cuando en la religión judía empieza a aparecer el dualismo (una vez más proveniente de Babilonia) se insertó como un añadido la figura del Demonio en las primeras diez o doce páginas del libro pero olvidaron ponerlo también en las páginas restantes.
Writer and editor. Winner of the 2012 Premio Planeta with "La marca del meridiano".
Se da la circunstancia de que nací y he vivido en una ciudad que a Satán, lejos de denigrarlo, le puso una estatua. Como madrileño de nacimiento y militancia (sin convertir ésta en arma arrojadiza contra nadie), siempre he reivindicado ese Ángel Caído del escultor Bellver como una de las más hermosas señas de identidad de mi ciudad. Un monumento emplazado, por cierto, en ese parque del Retiro que cuando se puso la estatua no hacía mucho que había sido expropiado a los reyes para entregarlo a los madrileños. El ángel caído es la insumisión a la autoridad, y qué quieren que les diga, aunque pueda sonar sacrílego o herético, esa actitud siempre me ha tirado mucho. También he sido siempre fan de Mefistófeles, ese ingenioso espíritu que siempre niega, y del final que le imagina Goethe: ver cómo los ángeles buenos se llevan a Fausto, derretido de amor por la belleza celestial que sus adversarios representan. Y es que Satán tiene una virtud: al revés que muchos justos, jamás se engaña a sí mismo.
Writer
Physicist and writer. Author of "Nocilla Lab".
Siglos de religiones blancas en combinación con el derecho romano nos han enseñado que no tiene sentido legislar el bien. El bien es lo que naturalmente somos, el paisaje de nuestras almas, en tanto que el mal aparece como la rareza, la singularidad, que hay que sancionar.
Lo único que pretende el satanismo es que te des cuenta de que la realidad es justamente la contraria. Sólo sancionar el bien hará del mundo un lugar mejor.
Barman at Le Cabrera
Ingredientes:
-5 cl. London Dry gin
-5 cl. milk
-6 cl. cranberry juice
-2 tablespoons tannis root
-1 fresh chilli (small)
-1 dried apricot
-Sugar to your taste
Preparation:
We place all the ingredients in a food processor with ice and blend until achieving a compact mixture.
We serve it in a shot glass buried in ice to maintain the temperature.
Writer
Amo a mi sucio y humilde diablo interior, lo venero y alimento a pesar de que durante tanto tiempo haya querido matarme y una vez casi lo consiguiera. Ahora está donde siempre debió estar: encerrado en una jaula invisible, a merced de que yo quiera suministrarle agua, malos pensamientos, alguna dulce perversidad... Sin mi sucio y humilde diablo interior, ¿de qué se compondrían las historias que escribo? ¿No estaría acaso condenado a narrar naderías morales, beatíficas aventurillas románticas, chistecillos simplificados, retratos de seres blancos, aburridos y obscenamente bondadosos? Sin diablos interiores no hay literatura, sin diablos interiores no hay cine, ni música, ni pintura. Sin diablos interiores no hay vida a la que merezca la pena asomarse. En nuestro mundo atroz mundo, regido por psicópatas, caníbales de interminable verborrea y depravados morales con aires de respetabilidad, mi sucio y humilde diablo interior es mi salvavidas y mi coraza, el guía de mi poderoso vuelo de luz. Eso pienso -y escribo- mientras en este amanecer, como en todos, le llevo a su jaula invisible un tazón de agua fresca, junto a los malos pensamientos y las dulces perversidades entrevistas durante la noche.
Writer. Author of "Historias del Kronen"
Cada colectivo suele crear sus propios santos y demonios, su Dios y su Satán. La iglesia maradoniana tiene claro quién es Dios, y a los Rolling Stones siempre les gustó aquello de que les llamaran "sus satánicas majestades". Por mantenernos en el fútbol, Messi vino con el nombre puesto y el Satán entrenador de los últimos tiempos creo que resulta evidente, ahora que no está, quién era. Pero faltaban Satanes en la literatura española, y hemos descubierto uno de sus más recientes encarnaciones. Les presento el texto, para que no se me despisten. Lo que transcribimos a continuación es el delirante sermón pronunciado en octubre de 1995, en medio de la guerra de bandas que entonces asolaba la ciudad costera de Matadero (una especie de Marbella imaginaria creada por José Ángel Mañas y Antonio D. Leiva), por don Fermín, párroco del pueblo ante dos vagabundos y una esquizofrénica del centro para enfermos mentales de la localidad. El cura, uno de los personajes más delirantes y extraños de la serie pulp El hombre de los 21 dedos, el policafético y cizañero criminal polidáctilo creado por Mañas y Leiva, nos va a desvelar en el fragmento que sigue quién debe considerarse la última y más popera reencarnación del Maligno. Solo unas aclaraciones: el "Manipulador de Sexos", "el Gran Califa" son los nombres que don Fermín da a Mac Inness, rey de la prostitución, y al narco brasileño Da Silva, los cabecillas respectivos de las dos bandas que, mientras que en la iglesia se pronuncia este sermón, se están enfrentando a pistoletazo limpio por las calles de Matadero. En cuanto a "Jezabel", es la mismísima Margot, dueña del prostíbulo local. Para quien quiera más, el fragmento está extraído de El quatuor de Matadero, novela firmada a cuatro manos este par de satanizantes autores.
Spain Media Editor (Esquire, Forbes, Harper's Bazaar, Robb Report, Orizon)
1.-(You´re a) Devil in disguise. Elvis a pleno motor. Haz sonar la bocina del camión hasta que se acabe el gas. Más fuerte, nena. Si eres capaz de no mover los pies es que estás poseído.
2.-Mi amigo Satán. Mucho antes del ictus, Sabina, el periodista le hace un biopic a Lucifer en forma de bolero.
3.-Devil with the Blue Dress (medley). Springsteen antinuclear. Springsteen en el Square Garden. Tu chica y tú y el piano vertiginoso del difunto Roy Bittan. A bailar que el mundo se acaba.
4.-Sympathy for the Devil. Guns N' Roses. Las congas más hijas de puta del rock and roll. ¿A quién crees que se le ocurrió que Axl Rose llevase falda escocesa? ¿A su estilista? Venga…venga no me seas meapilas.
5.-Devil came to me. Live El Sol. El día que Dover grabó esto, el lumpen de Montera y de Carretas bailaba un aquelarre bajo el luminoso de Schweppes de la Gran Vía. Alex de la Iglesia pasaba por allí y se le ocurrió hacer una pelí.
6.- Folla con él. Siniestro Total sobre las tablas. How!! How!!. Versión libre de Highway to Hell, interpretación viguesa de un grupillo australiano apodado Eicidici. ¿Cuánta pasta habrá hecho Angus con el merchandising de los cuernos que se encienden en sus conciertos?
7.-Tubular Bells. La canción favorita del Padre Carrack. Y de Richard Branson, que gracias a que se la vendió a los productores de El Exorcista acabó comprándose aviones, islas, gimnasios… y se le fue la pinza definitivamente. Mike Oldfield aún anda perdido.
8.-Me and Devil Blues. Robert Johnson le canta al tipo que le afinaba la guitarra. En un cruce de caminos.
9.-Don Diablo. Miguel Bosé. ¿Que pensabas que el Diablo no era un hijo de perra? Ahí esta la prueba.
10.-Los caminos del señor. Javier Krahe, el maestro. Le adoro. Me robó mi alma hace años.
Journalist, host of #CineBasura de Canal+ Xtra
Hay que saber disfrutar de Satán. Porque quizá no os hayáis dado cuenta, pero nos rodea. Sus señales más claras no están en las guerras, en Bárcenas o en el último single de Milley Cyrus. Es algo más cercano: Satán está en todos los edificios modernos que se amontonan en nuestras calles y polígonos. Todas esas moles de hormigón llenas de chorretones y esas plazas de asfalto que nos gritan que nuestra vida YA es un infierno en la tierra. No tenemos por qué esperar a palmar.
Y digo yo: ¿Por qué resistirse? Que sí, que los pueblecitos medievales son la mar de cucos, pero nosotros, los urbanitas, somos hijos de Satán. Hemos crecido yendo a colegios enfrente de los cuales había espantosos adifisios con soportales llenos de ese inconfundible aroma a orín en los que los yonkis se picaban mientras nosotros dábamos clases de matemáticas. O al menos ese fue mi caso, claro. Lo gracioso de todo eso es que se trataba del sitio en el que estaba la UNED. Satán ya sabía que sacarse una carrera en España sólo iba a valer un par de décadas después para endrojarse.
Así que lo mejor que podemos hacer para disfrutar de la vida no es cabrearse por los atentados estéticos de los discípulos de Le Corbusier, sino abrazarlos con amor y disfrutar de lo que nos ofrecen: fealdad, sensación de que la vida es inútil y, en definitiva, desolación. Si miramos positivamente esas sensaciones, nuestra infernal vida será igual de corta e irrelevante, pero no veas la risa mientras tanto. Así que, gritemos todos:
¡SATÁN ES MI SEÑOR!
Writer and director of Qué Leer magazine
Satán es uno de los nuestros. Si Dios es todo perfección y bondad, es ontológicamente imposible que haya podido crear ni partir de él la maldad, la lujuria, el pecado… a Satán lo hemos creado nosotros, es nuestra obra. Por eso Satán es mucho más humano que Dios. Dios se irrita con la flaqueza humana, no la entiende, es perfecto. Satán nos tienta porque nos comprende y nos ofrece aquello que más dolorosamente deseamos. Dios no sabemos dónde está, ni siquiera sabemos si está. Pero allí donde hay un ser humano, con toda seguridad flota el aliento pegajoso de Satán: el vicio, el deseo, la ira, la avaricia, la gula… Todos somos satánicos. El que diga que no, está mintiendo o ejerce la soberbia y eso lo convierte automáticamente en pecador y satánico. El día del juicio final, váyanse buscando un buen abogado. O váyanse al infierno.
Illustrator and designer
Help us spread the Word. Satan has been among us since the beginning of times, but his voice has somehow stayed in the dark. It’s about time to come out. All religions consolidate thanks to centuries of colorful rituals, iconography and prayers. Symbols matter. And while the language might have changed a bit, the need for a mantra remains.
Choose a slogan. Wear it, hold it, tweet it. No cause ever succeded without the joyful help of its devoted fans. And what are a few euros compared to what Satan gives you in return?
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We like to celebrate where we come from. Many moments along the years helped satanism to become the reality that it is today. But if there’s one event we regard as a turning point, it’s the conception and birth of Adrian 47 years ago that we will all commemorate next October.
Come. Be one of countless fans who pilgrim every year to beautiful Sitges, attracted by the charm of Evil and by the many creations made in its name. Share a drink with us at the Meliá terrace. Discuss stories from around the world with friends until dawn. Sit comfortably at our Auditorium to pay tribute to all those who told us the unforgettable events at the Bramford, a story acclaimed as one of the most beautiful and suggestive examples of Satan’s influence on modern culture.